Ya desde el siglo pasado la información de las empresas se convirtió en una de las cosas más valiosas, por lo que las organizaciones se enfrentan a la necesidad de administrar, almacenar y transformar los datos de distintas maneras.

Los datos, de la mano de la cultura de la innovación, se han convertido en grandes aliados de las compañías, para crecer. Les permite conocer mejor al mercado, proteger la privacidad, alcanzar a potenciales clientes, acercarse al personal y potenciar su negocio (“El poder de los datos en las empresas”, EXPANSIÓN, MARZO 2022).

Para el almacenamiento de los datos y la transferencia de los mismos, por su importancia, se requiere la creación de un ambiente conocido como “nube híbrida“.

Una nube híbrida es un entorno de computación en la nube que utiliza una combinación de servicios en la nube local (LAN) y la nube pública (WAN). Esto implica la conexión desde el centro de datos local a un espacio virtual en la nube. La conexión puede involucrar otros activos privados, incluidos dispositivos de border u otras nubes.

LA ERA DE LA NUBE HÍBRIDA

Según Rodrigo Ganimi, IBM Consulting Latinoamérica, las organizaciones se enfrentan al reto de ejecutar múltiples nubes de diferentes proveedores, dentro y fuera de las instalaciones, lo que representa un desafío para la administración, análisis y protección de los datos. De hecho, casi el 97% de las organizaciones operan en más de una nube y se espera que la empresa promedio tenga 10 nubes para 2023.

Y no hablamos solo de grandes empresas, también de pequeñas empresas y microempresas. En la actualidad sin tenerlo claramente establecido, manejan varias nubes entre correos y programas.

Como un camino a la transformación digital, las organizaciones deben evolucionar sus espacios informáticos privados y únicos a otros públicos e interactivos para la simplificación de procesos, innovación e impulso de los resultados del negocio.

Con el objetivo de orientar a las empresas en este camino, IBM Institute for Business Value evaluó cinco desafíos comunes que se interponen en el camino para el desarrollo de la nube híbrida y da recomendaciones para desbloquear la transformación e innovación empresarial (ComputerWeekly, Domine la era de la nube híbrida):

1. La arquitectura. Las presiones de la implementación rápida llevan a tomar atajos, generando complejidad y mayores costos. Para enfrentar este desafío es clave definir el “punto ideal” donde el desarrollo de la nube híbrida sea congruente con el rumbo del negocio. Se debe implementar una plataforma única totalmente alineada con la empresa.
2. Las personas y las operaciones. Las competencias y la experiencia de los equipos de trabajo son primordiales para el éxito de la nube híbrida. Respetar los roles de trabajo, capacitación y desarrollo de proveedores darán mejores resultados y nos permite dar vida al modelo operativo de la nube híbrida.
3. La seguridad. Cualquier nube que no se integra correctamente, nos expone a nuevos riesgos de seguridad. Se tiene que crear un panel único que nos permita una rápida acción de las amenazas.
4. Las finanzas. Una implementación de nube mal integrada y defectuosa para operar no solo trae problemas de seguridad, también para el negocio y para el equipo financiero. La nube debe servir para administrar todos los costos, crear oportunidades para optimizar presupuestos, mejorar flujos de trabajo y reasignar recursos.
5. El ecosistema de socios. Sin duda, los socios han cobrado especial importancia en el último tiempo. Al tener personal capacitado, colaboran en acelerar el desarrollo, mejorar los servicios y productos para los clientes internos y externos, a ser más eficientes y a innovar más rápido. Es clave unirse con las personas estratégicas para que la organización se enfoque en no perder de vista el negocio