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Impresoras: obsolescencia programada

La obsolescencia programada es una estrategia utilizada por algunas marcas para reducir la vida útil de sus productos, Lo que provoca la necesidad de renovarlos constantemente. En el caso de las impresoras, este método se ha convertido en una práctica común en el mercado, lo que genera un importante impacto económico y ambiental. Análisis Se realizó un análisis en el año 2006 por la organización estadounidense Consumers Union; En el cual se identificó que algunos fabricantes de impresoras establecen una fecha de caducidad para los cartuchos de tinta incluso si el cartucho todavía contiene tinta. Esto significa que los consumidores son obligados a comprar cartuchos nuevos antes de que realmente los necesiten. A partir de estos análisis, a nivel internacional se ha tomado la decisión de implementar multas para disminuir la incidencia de estas políticas comerciales. Estas multas han puesto de manifiesto la gravedad de las prácticas en el mercado de las impresoras, ya que no solo afecta a los consumidores, sino que también tiene un importante impacto ambiental. Un informe de la organización Greenpeace, la producción de cartuchos de tinta y tóneres para impresoras genera grandes cantidades de residuos electrónicos que contaminan el medio ambiente. Además, la producción de estos cartuchos requiere de grandes cantidades de energía y agua, lo que contribuye al cambio climático. Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad de Cambridge en 2013, señaló que el 80% de las impresoras son desechadas prematuramente y reemplazadas por modelos más nuevos debido a la obsolescencia programada. Esto significa que las impresoras podrían durar mucho más tiempo de lo que los fabricantes les permiten durar. En los últimos años, se han registrado numerosas denuncias y multas contra algunas de las principales marcas de impresoras por su política de obsolescencia programada. En 2018, HP fue multada con 10 millones de euros por la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Control de Energía, por haber programado la caducidad de sus cartuchos de tinta. Además, la compañía tuvo que pagar una indemnización de 1,5 millones de euros a los consumidores afectados. La Asociación Europea de Reciclaje de Cartuchos de Tinta y Tóners, estima que en Europa se venden alrededor de 200 millones de cartuchos cada año, y sólo se recicla una pequeña proporción de ellos. En Latinoamérica En Latinoamérica, estas prácticas han sido particularmente problemáticas, debido a la falta de regulaciones adecuadas para proteger a los consumidores. A menudo, las empresas pueden actuar impunemente y continuar implementando obsolescencia programada en sus productos sin consecuencias. Además, muchos consumidores en la región no están al tanto de sus derechos como compradores, lo que dificulta la defensa de sus intereses. Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en México, Colombia y Argentina, encontró que algunas impresoras tienen una vida útil significativamente más corta de lo que se anuncia en su etiquetado; además, se descubrió que algunos fabricantes de impresoras usan cartuchos de tinta que se vacían rápidamente, lo que obliga a los consumidores a comprar nuevos cartuchos con frecuencia. También en Chile, la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (CONADECUS) presentó una demanda colectiva contra HP en 2019, acusando a la compañía de implementar obsolescencia programada en sus impresoras mediante la actualización de firmware que hacía que los cartuchos de terceros no fueran reconocidos. En los Últimos años En Francia, en 2021, se impuso una multa de 1,1 millones de euros a la marca HP por presunta obsolescencia programada en sus impresoras. La empresa fue acusada de haber limitado la vida útil de las impresoras y haber utilizado actualizaciones de software para bloquear la compatibilidad de los cartuchos de tinta de terceros. Todo lo anterior, nos lleva a sugerir que antes de comprar equipos de impresión y sus componentes, debemos preguntarnos cuál es el desempeño de la marca que podríamos adquirir frente al tiempo de vida real.